sábado, 5 de marzo de 2011

Una revolución en Arabia Saudí causaría una recesión Mundial

Un contagio de las protestas democráticas que han tenido lugar en las últimas semanas en países como Libia, Túnez o Egipto a los grandes productores de petróleo de Oriente Medio provocaría "una gran convulsión" en los precios del crudo que podría traducirse en estanflación, un periodo económico de bajo crecimiento y elevada inflación, según recoge un informe de Fidelity.
   En su informe, Fidelity señala que el consenso actual es que los precios del petróleo podrían seguir subiendo mientras persista la incertidumbre, pero agrega que las consecuencias para la oferta no deberían ser "suficientemente importantes" como para hacer descarrilar el crecimiento mundial.
   "Dado que el rally actual está motivado por los acontecimientos y la coyuntura actual, cualquier descenso de las tensión en Oriente Medio provocaría una corrección del precio del barril de Brent hacia el nivel de los 90 dólare sin dañar la tendencia alcista a largo plazo", explica el directo de análisis técnico de Fidelity, Jeff Hochman.
   Sin embargo, la gestora de fondos considera que si hubiera manifestaciones importantes en países petrolíferos claves, como Arabia Saudí, que hicieran pensar en un cambio de régimen, se incrementarían las probabilidades de que se produjera una convulsión en los precios como en la década de 1970.
   Fidelity recuerda que la historia muestra que las espirales alcistas en los precios del petróleo suelen tener un efecto estanflacionista dañino en la economía mundial. Así, señala que los analistas de Société Générale calculan que por cada 20 dólares que suba el precio del barril desde los niveles actuales, el PIB de la economía mundial perdería un 1%.
   Respecto a la comparación con la crisis del petróleo del 2008, que permitió "conocer el umbral de dolor de la economía en materia de precios del petróleo", la gestora apunta que aquella vino motivada por factores económicos, mientras que la actual obedece a factores geopolíticos. Así, añade que la experiencia de 1970 demuestra que estas crisis son "más caóticas", ya que la especulación y el pánico agravan una situación de por sí mala.

PREOCUPACIÓN POR ARABIA SAUDÍ.

   En concreto, avisa de que no se puede descartar "a la ligera" que las revueltas populares se extiendan a países petrolíferos clave como Arabia Saudí, que tiene una tasa de paro superior al 10%, la mayor parte desempleo juvenil. De hecho, remarca que cientos de saudíes se han sumado a una campaña en la red social Facebook para celebrar un "día de la ira" el 11 de marzo, aunque está por ver si estas protestas se materializan finalmente.
   "Arabia Saudí no es inmune a las protestas populares y el levantamiento de la comunidad chií de Bahréin ha despertado la preocupación de la elite gobernante", subraya la gestora, que al mismo tiempo reconoce que el programa de medidas anunciado por el rey Abdalá con el fin de apaciguar a los más desfavorecidos e impulsar los sectores de la economía no relacionados con el petróleo ilustra la seriedad con que los gobiernos árabes se están tomando estas amenazas a su dominio.
   En este sentido, Fidelity cree que la situación de Libia puede significar "un punto de inflexión", inspirando a manifestantes jóvenes en otros países. Además, apunta que, "desgraciadamente", Libia también ha marcado un hito importante en lo que se refiere a uso de la fuerza militar, un cambio en la dinámica regional que no ha pasado desapercibido en unos mercados financieros ya de por sí nerviosos.














Fuente :Europa Press.

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